miércoles, 4 de julio de 2007

TU, MÍ INCIENSO (FINAL)

Colocas nuevamente tus piernas sobre mis costados, y siento tu humedad hirviente cerca de mi, me sigues besando, una de tus manos sobre mi nuca, la otra ahora sujeta mi lujuria erguida y dispuesta a invadirte, me rozas con tu humedad, y despacio siento esa cavidad rosa en ebullición, milímetro a milímetro tu almíbar me recibe, al tiempo en que un suspiro jadeante escapa de tu garganta para encontrar arrullo en mi oído, trato de desatarme para abrazarte y sujetar tus caderas, sumergirte en mi cuerpo e intruso recorrer lo más profundo de ese delicado y lascivo valle carnal.

Escucho tu risa entre gemidos y jadeos, me dices que estás en un carrusel, que soy tú juguete, tú carrusel, tú esclavo, tú carrusel, subes y bajas cada vez más entusiasmada, embelesada de los aromas, del brillo de mi pecho ungido por tu aceite y tu sudor, de ese calor que se extiende desde tu entrepierna, a penas contenido por el corsé de cuero negro, colocas uno de tus deliciosos senos en mi boca, me obligas a succionar y a morder, mientras sigues con el sube y baja de tú carrusel, me quitas la mantilla para ver la estulticia reflejada en mis ojos, sonríes malévola y te inclinas hacia atrás, arrancando tu seno de mis labios te recargas en mis rodillas, mientras percibo el aroma animal, sándalo, cuero, tu piel, nuestros humores condensados y fluyendo en mis muslos.

Te arqueas explotando en húmeda delicia, como Musa poseída por Príapo, en niña traviesa que se niega emberrinchada a bajar del carrusel, en estertores convulsos te conviertes en mar, en mar bravo y cálido, me inundas y al mismo tiempo recibes en tu interior el empuje líquido emanado de mi, ambos nos escurrimos en embriaguez de cuerpos, del aroma del sándalo, del aroma de tu saliva y tu sudor, me convertiste en Invasor convidado a ese festín de suspiros y aromas, de sensaciones y rozamientos llenos de perversa alegría. Mi respiración continúa agitada, bramando. Me consuelas con tus senos ofrecidos hasta mi boca; me abrazas y respiras languideciendo sobre mi cuerpo; Suspiras y me dices con intención de encenderme nuevamente ­-No te muevas, solamente pondré una nueva varita de incienso y esta vez en verdad te haré sufrir.

6 comentarios:

Dra. Kleine dijo...

Chico, Chico!
Tengo una propuesta para vos...
Manda mensaje a dra.kleine@gmail.com
Es en referencia a vuestro libro!

Kix dijo...

Aaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!

Ahora sí me hiciste aullar, querido Lobo...!!

Paola dijo...

Que maravilloso final, no me imaginaba algo tan tierno y animal a la vez, amenazante y provocador, que divino escribes y relatas una noche de pasión.
Esto si es amar a plenitud. Gracias por hacerme vibrar. TQM

Nube Gorda dijo...

Loboux luego nos das referencias de como llegar al lugar de la cita...

Bsuchito lobezco*

Mafalda dijo...

.......

Va a seguir, verdad???.... bueno la musa solo se retiro a prender otra varita de incienso....jejejeje

Siempre he deseado encontrar imágenes sensibles, imágenes que dentro de ellas mismas, de la manera más silenciosa, griten, llamen, y trasmitan. Imaginar imágenes, crear imágenes, ese ha sido por mucho tiempo mi trabajo mental. Admiro el erotismo silencioso que habla y sensibiliza. Que dentro de su mutismo, y grito visual trasmina los sentidos. Este relato tuyo, trasminó todas mis glándulas..... ¡¡¡chanclas!!! si te contara de que manera jejejeje

Insisto,el escritor masculino imprime ese algo que alborota secreciones femeninas.... jajajajaja.

Un abrazo mi amigo..... y un besito al peque... me encanto.....

Mafalda

Dejame que te cuente dijo...

Tu no tienes un blog...
esto es un libro virtual..
esto no son vivencias personales...esto es literatura pura y dura...
TE felicito Juan...
Y te cuento un secreto...
Soy fanática del incienso..
no de cualkier incienso..los busco de calidad...soy asi de sibarita....
Un besazo enorme...