Han pasado más de tres días sin que diera un teclazo. Pero creo que de eso ya se habían percatado queridas lectoras, amables lectores.
Los cambios emocionales, fraternales, físicos y sexuales hacen estragos, pero no destruyen.
Los habitos de este Monje Lobo se trastocan nuevamente. Ele se ha despedido brevemente de mi vida y no la culpo; yo sigo en esa inestabilidad económica que desagua en la moral y ando crudo todavía.
Acepto mi soledad como un gusto adquirido, de quienes bebemos mate o leemos poesía. Ayer fue en teoría un buen día, como el anterior. Me imaginaba que sucedería, tarde o temprano (lo bueno dura poco lo sé) pero esto de las despedidas...
No sé que tan sano sea seguir ventaneándome (con esto tienen por la que les debo del viernes), alguién que te enseña tanto, te muestra tantas cosas, con quien disfrutas tiempo y aficiones no debería dejarse ir así como así, pero lo dejo pasar, lo dejo correr porque sé que es lo mejor para ambos y sé que aunque sea malo para la salud se le va a extrañar y a recordar por muchísimas cosas. Seguimos siendo amigos (deja vú).
Ayer fue cumpleaños de Ara. Puntual llegué a El Pozo y bebí tequila y cerveza, no me emborraché, disfruté esa sensación de ligero mareo y bailé tanto que ahora me reclama el cuerpo varado. Reí, canté y disfruté.
Llegué a las 5 a.m. más o menos.
Me puse a pensar con esa lucidez que caracteriza a quienes libamos en honor a Baco, el hubiera y me encantó imaginar un mundo paralelo en donde el Lobo no fuera Lobo y tuviera una estrella en el hombro, unos papeles de hipoteca por firmar y una familia. En otro mundo paralelo el Lobo no es Lobo si no Loba y tiene gracias al conocimiento del secreto de enloquecer a los hombres un séquito de vasallos a sus pies enfundados de cuero negro y tacón de aguja. En otro mundo paralelo todos son Lobos y lobas, como un gesto de franca rebeldía me dejo crecer el cabello. En otro mundo paralelo todavía tengo cinco años y mi Papá me carga en sus rodillas y ceno junto con él mientras escuchamos Radio Universal y sueña el lobito en ser como él. En otro mundo paralelo el Lobo es un Arquitecto (no de su destino, pero sí de su casa). En otro mundo paralelo es Diplomático y logra hacer realidad el sueño de la América Unida. En otro mundo paralelo el Lobo sabe usar perfectamente todos los signos ortográficos y su hermano no lo regaña. En otro mundo paralelo es un veterinario dedicado a curar razas mayores y trabaja en Zacango. En otro mundo paralelo es locutor de radio. En otro mundo paralelo es soldado, se encuentra de servicio y está soñando con ser escritor y está a punto de llamarle a ella. En otro mundo paralelo es amante de una bailarina. En otro mundo paralelo es padre y esposo abnegado, amoroso y fiel. En otro mundo paralelo es un teporocho errante. En otro mundo paralelo...
Sigo cansado, chiple y enojado conmigo mismo. Le dí el secreto de cómo enloquecer a los hombres a una amiga y la malvada lo aprendió a usar de inmediato (aunque el conocimiento empírico lo manejaba con gracia, salero y soltura desde hace muuuucho). Eso sucedió... creo que el miércoles.
No tengo ganas de escribir, en verdad no puedo, no quiero. Me pondré a leer algo, les pondré más videos, a ver qué invento.
Mientras tanto reciban mis agradecimiento, mi cariño y mis aullidos.
Necesito un abrazo.
Los cambios emocionales, fraternales, físicos y sexuales hacen estragos, pero no destruyen.
Los habitos de este Monje Lobo se trastocan nuevamente. Ele se ha despedido brevemente de mi vida y no la culpo; yo sigo en esa inestabilidad económica que desagua en la moral y ando crudo todavía.
Acepto mi soledad como un gusto adquirido, de quienes bebemos mate o leemos poesía. Ayer fue en teoría un buen día, como el anterior. Me imaginaba que sucedería, tarde o temprano (lo bueno dura poco lo sé) pero esto de las despedidas...
No sé que tan sano sea seguir ventaneándome (con esto tienen por la que les debo del viernes), alguién que te enseña tanto, te muestra tantas cosas, con quien disfrutas tiempo y aficiones no debería dejarse ir así como así, pero lo dejo pasar, lo dejo correr porque sé que es lo mejor para ambos y sé que aunque sea malo para la salud se le va a extrañar y a recordar por muchísimas cosas. Seguimos siendo amigos (deja vú).
Ayer fue cumpleaños de Ara. Puntual llegué a El Pozo y bebí tequila y cerveza, no me emborraché, disfruté esa sensación de ligero mareo y bailé tanto que ahora me reclama el cuerpo varado. Reí, canté y disfruté.
Llegué a las 5 a.m. más o menos.
Me puse a pensar con esa lucidez que caracteriza a quienes libamos en honor a Baco, el hubiera y me encantó imaginar un mundo paralelo en donde el Lobo no fuera Lobo y tuviera una estrella en el hombro, unos papeles de hipoteca por firmar y una familia. En otro mundo paralelo el Lobo no es Lobo si no Loba y tiene gracias al conocimiento del secreto de enloquecer a los hombres un séquito de vasallos a sus pies enfundados de cuero negro y tacón de aguja. En otro mundo paralelo todos son Lobos y lobas, como un gesto de franca rebeldía me dejo crecer el cabello. En otro mundo paralelo todavía tengo cinco años y mi Papá me carga en sus rodillas y ceno junto con él mientras escuchamos Radio Universal y sueña el lobito en ser como él. En otro mundo paralelo el Lobo es un Arquitecto (no de su destino, pero sí de su casa). En otro mundo paralelo es Diplomático y logra hacer realidad el sueño de la América Unida. En otro mundo paralelo el Lobo sabe usar perfectamente todos los signos ortográficos y su hermano no lo regaña. En otro mundo paralelo es un veterinario dedicado a curar razas mayores y trabaja en Zacango. En otro mundo paralelo es locutor de radio. En otro mundo paralelo es soldado, se encuentra de servicio y está soñando con ser escritor y está a punto de llamarle a ella. En otro mundo paralelo es amante de una bailarina. En otro mundo paralelo es padre y esposo abnegado, amoroso y fiel. En otro mundo paralelo es un teporocho errante. En otro mundo paralelo...
Sigo cansado, chiple y enojado conmigo mismo. Le dí el secreto de cómo enloquecer a los hombres a una amiga y la malvada lo aprendió a usar de inmediato (aunque el conocimiento empírico lo manejaba con gracia, salero y soltura desde hace muuuucho). Eso sucedió... creo que el miércoles.
No tengo ganas de escribir, en verdad no puedo, no quiero. Me pondré a leer algo, les pondré más videos, a ver qué invento.
Mientras tanto reciban mis agradecimiento, mi cariño y mis aullidos.
Necesito un abrazo.