Un Martes maravilloso como siempre, comí con mi cachorrito e hicimos tarea juntos, planas de su nombre y palabras con las vocales, plana de vocales y recortes de palabras con dichas letras. Por supuesto comimos sushi.
Una señora de la tercera edad lo espantó en el Wall Mart, mientras yo pagaba, le dijo si quería irse con ella, mi cachorro gritó y su Papá Lobo le preguntó a la doña quá quería. Mí Lobito al borde de las lágrimas supo (sabe) que su Papá esta para cuidarlo.
Terminó toda la tarea que debía entregar el próximo lunes, pero que hizo con gusto, esfuerzo y paciencia tanto de él como de su S.S. Su primera tarea supervisada por mi. Estoy Féliz.
De ahí al Taller con Benja. Los últimos toques a la presentación de la antología del Taller y gorreada de presentación del Aullido, palabras amables y buenos relatos. Terminando en Acatlán, Benja me acompañó a dejar al Lobezno y a hacer acto de presencia en L'Italia, dónde cada Martes, antes de su programa Marcelino Perelló comparte el pan y la sal con sus amigos e invitados. Una cálida recepción como siempre, abrazos, apretones de mano, elogios y camaradería en el mejor sentido de la palabra "Tovarich". Como siempre el equipo de producción me recibió como en casa una vez en los estudios de Radio Unam. Una entrevista rápida, como en charla de sobremesa, casual y sencilla. Aprendí, eso que ni qué, pero de eso les comentó más adelante pues tengo que acomodar mis ideas.
Voy llegando mis queridas, queridos lectores del programa de Marcelino Perelló. Un gran hombre en todos los sentidos casi dos metros y más de noventa kilogramos de peso.
Militante, activista, revolucionario, pensante. Aunque no podré estar de acuerdo con todo lo que Marcelino expone, siempre lo hace con gracia y un extraño respeto o declarada irreverencia. Hubo una pequeña entrevista en la cual compartí micrófonos con mí Maestro Benjamín García. Platicamos sobre nuevos proyectos, Benja de la Orquídea, yo sobre mí libro y recibí una bien merecida y hasta cariñosa cagotiza (ejemplificada y todo) por andar pateando pesebres.
Hoy me duermo un poco más sabio, hoy comparto con personas que no imaginé que me escucharan. Hoy tengo nuevos amigos. Duermo contento y cansado. Mañana iré nuevamente por mi Lobito y seguramente comeremos sushi je je je.
Aullidos de Martes para ustedes, saludos de un hombre que se va convirtiendo en Tótem (mirada de Águila calva, Puma de corazón, Lobo por elección y Salmón por convicción).
Una señora de la tercera edad lo espantó en el Wall Mart, mientras yo pagaba, le dijo si quería irse con ella, mi cachorro gritó y su Papá Lobo le preguntó a la doña quá quería. Mí Lobito al borde de las lágrimas supo (sabe) que su Papá esta para cuidarlo.
Terminó toda la tarea que debía entregar el próximo lunes, pero que hizo con gusto, esfuerzo y paciencia tanto de él como de su S.S. Su primera tarea supervisada por mi. Estoy Féliz.
De ahí al Taller con Benja. Los últimos toques a la presentación de la antología del Taller y gorreada de presentación del Aullido, palabras amables y buenos relatos. Terminando en Acatlán, Benja me acompañó a dejar al Lobezno y a hacer acto de presencia en L'Italia, dónde cada Martes, antes de su programa Marcelino Perelló comparte el pan y la sal con sus amigos e invitados. Una cálida recepción como siempre, abrazos, apretones de mano, elogios y camaradería en el mejor sentido de la palabra "Tovarich". Como siempre el equipo de producción me recibió como en casa una vez en los estudios de Radio Unam. Una entrevista rápida, como en charla de sobremesa, casual y sencilla. Aprendí, eso que ni qué, pero de eso les comentó más adelante pues tengo que acomodar mis ideas.
Voy llegando mis queridas, queridos lectores del programa de Marcelino Perelló. Un gran hombre en todos los sentidos casi dos metros y más de noventa kilogramos de peso.
Militante, activista, revolucionario, pensante. Aunque no podré estar de acuerdo con todo lo que Marcelino expone, siempre lo hace con gracia y un extraño respeto o declarada irreverencia. Hubo una pequeña entrevista en la cual compartí micrófonos con mí Maestro Benjamín García. Platicamos sobre nuevos proyectos, Benja de la Orquídea, yo sobre mí libro y recibí una bien merecida y hasta cariñosa cagotiza (ejemplificada y todo) por andar pateando pesebres.
Hoy me duermo un poco más sabio, hoy comparto con personas que no imaginé que me escucharan. Hoy tengo nuevos amigos. Duermo contento y cansado. Mañana iré nuevamente por mi Lobito y seguramente comeremos sushi je je je.
Aullidos de Martes para ustedes, saludos de un hombre que se va convirtiendo en Tótem (mirada de Águila calva, Puma de corazón, Lobo por elección y Salmón por convicción).
Gracias Luz, Gracias Kike y gracias a quienes no conozco todavía, pero que llegaron a estos Blogs, nadando contra corriente, en Sentido Contrario.
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