Ayer acudí a la presentación de la antología de cuarto aniversario de Amarillo Editores. Me acompañaron Caro y Moncho, Roble y algunos amigos y el buen Maese Benjamín.
El evento fue como sucede en estos casos, fuera de lo común, Mónica siempre preocupada por innovar, se resolvieron y quedaron en evidencia algunas fallas en la organización, pues afortunadamente el lugar se llenó y eso siempre conlleva a una serie de incomodidades. Fuera de eso Mónica logró reunir a todos los participantes de la antología, al menos con sus palabras.
Lo malo: Lo que iniciaba como una presentación original y una breve reseña de lo que hasta hoy es Amarillo Editores, se convirtió en una especie de circo del EGO.
Los escritores que deseamos en verdad serlo y los de pose que estaban ahí para darnos "una lección" sobre la escritura y de su megalomanía. La neta HUEVA.
Pocos respetamos el espiritu del "Cadaver exquisito", pocos respetamos las lineas solicitadas, pocos en realidad sabemos decir lo que queremos, me di cuenta que muchos no saben escribir.
Fuera de las vanidades, de los rostros adustos, de los descolones por parte de quienes en teoría disfrutan y gozan de la palabra escrita, de la falta de reconocimiento al trabajo de algunos de los autores, la presentación cubrió las espectativas.
Lo bueno: Amarillo Editores y Mónica Soto se expanden y se unen a Linajes Editores, se reunió mucha más gente de la planeada, nos regalaron algunos ejemplares de la antología, hubo un Divo, la gente la pasó bien, la mayoría de las participaciones de los autores fue breve.
La antología en sí es fuera de lo común, en formato tabloide, debería cumplir la premisa de periodicidad que coloca en su primera plana y como yo, sé que hay quienes nos encantaría apoyar a Mónica Soto y hacerlo realmente periódico.
Tal vez sea muy duro con esta reseña, pero eso indica que me preocupa mi trabajo, me preocupa que Amarillo no exija más calidad, que cada vez que surge una presentación, las vanidades vacuas y maniqueas de algunos autores (que no escritores) enturbien la buena y a veces inocente buena voluntad de Mónica Soto. Hoy empieza una nueva página para Amarillo Editores, sólo puedo augurarle más éxitos, dignos a lo que la editorial representa.
Aullidos devotos para ustedes.
El evento fue como sucede en estos casos, fuera de lo común, Mónica siempre preocupada por innovar, se resolvieron y quedaron en evidencia algunas fallas en la organización, pues afortunadamente el lugar se llenó y eso siempre conlleva a una serie de incomodidades. Fuera de eso Mónica logró reunir a todos los participantes de la antología, al menos con sus palabras.
Lo malo: Lo que iniciaba como una presentación original y una breve reseña de lo que hasta hoy es Amarillo Editores, se convirtió en una especie de circo del EGO.
Los escritores que deseamos en verdad serlo y los de pose que estaban ahí para darnos "una lección" sobre la escritura y de su megalomanía. La neta HUEVA.
Pocos respetamos el espiritu del "Cadaver exquisito", pocos respetamos las lineas solicitadas, pocos en realidad sabemos decir lo que queremos, me di cuenta que muchos no saben escribir.
Fuera de las vanidades, de los rostros adustos, de los descolones por parte de quienes en teoría disfrutan y gozan de la palabra escrita, de la falta de reconocimiento al trabajo de algunos de los autores, la presentación cubrió las espectativas.
Lo bueno: Amarillo Editores y Mónica Soto se expanden y se unen a Linajes Editores, se reunió mucha más gente de la planeada, nos regalaron algunos ejemplares de la antología, hubo un Divo, la gente la pasó bien, la mayoría de las participaciones de los autores fue breve.
La antología en sí es fuera de lo común, en formato tabloide, debería cumplir la premisa de periodicidad que coloca en su primera plana y como yo, sé que hay quienes nos encantaría apoyar a Mónica Soto y hacerlo realmente periódico.
Tal vez sea muy duro con esta reseña, pero eso indica que me preocupa mi trabajo, me preocupa que Amarillo no exija más calidad, que cada vez que surge una presentación, las vanidades vacuas y maniqueas de algunos autores (que no escritores) enturbien la buena y a veces inocente buena voluntad de Mónica Soto. Hoy empieza una nueva página para Amarillo Editores, sólo puedo augurarle más éxitos, dignos a lo que la editorial representa.
Aullidos devotos para ustedes.
2 comentarios:
Wow... pues sí, fuertes palabras, yo me limitaré a decir que Mónica desde que la conocí me cayó super bien y me sorprendió mucho que siendo tan joven llevara un proyecto tan ambicioso. Eso siempre lo he aplaudido mucho. Felicidades para ella!
Del divo:
Creo que me tenía que portar a la altura, dado que iba acompañado de Ms. Smith. Por otro lado, gente con mucho oficio y chamba, del grupo de Los Olvidados de Tepito acudieron a la presentación y estaban sentados muy cerca de donde Toño Andrade, su pareja, Ms. Smith y yo chacoteábamos mofándonos de esta presentación tan pueblerina y de alto cliché; así que me limité al acto de presencia para el cual fui requerido pero no iba a importunar a los egos y a las divas (mucho menos a escritores de a deveras, como la respetable banda de tepis que ya mencioné). Para mí lo mejor de la noche fue el Cafecito con Ms. Smith luego de salir de la olla de grillos amarillos. Y le anoto un diez al lobito, con la salvedad de que algunos no sólo no saben escribir, sino tampoco pronunciar ni leer, juar juar juar. En fin. Yo como siempre me mantengo al margen porque no soy escritor, soy un veterinario, beneficiado del empeño ecléctico de mi amiga Mónica Soto Icaza, directora de Amarillo Editores que tuvo a bien fusionarse con Linajes y desde hoy será Linarillo o Amajes editores...
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