Trigésimo cuarto post del año o Cuando la Luna se pone redondota

El Lobo dice...
My dearest readers:
Con esta entrade medio sajona y entusiasta, les auguro un excelente lunes. Ando contento, as usual, y todo porque el viernes hubo "The Watchmen" una película sumanente fregona, harto gore, con sexo y capas y una historia perfectamente desarrollada, sin cabos sueltos, una nueva versión de lo que ya no es. Una ucronía que logra semejante oda nihilista y reflexiva "Si Dios estaba en ese cuarto esa noche, a él no le importó lo que sucedió", o "El problema no es Dios, el problema somos nosotros", me dejó mucho en qué pensar, en cómo han evolucionado los personajes y de qué manera tenemos que trabajar para encontrar la verdadera fortaleza humana, por el bien de nuestra especie y de las demás que comparten con nosotros el planeta, eso también me desató extraños pensamientos.
El sábado estuvo tranquis, con hartos desarmadores entre pecho y espalda, la pachanga acabó a las 4 (creo) y la crudita devastadora para algunos, para mi no tanto, aunque traía una sed..., las cosas fueron mejorando después de senda sudada bajo el sol tuxtleco y dos clamatos vírgenes, nomás para agarrar fuerzas para acudir de a solapa, al famoso "Theatre noir de Prague", el cual realizó una función en esta Ciudad. "Las aventuras de Fausto" se llamó la obra, en la cual se pudo disfrutar de un espectáculo de primer nivel, opacado solamente por la escasa asistencia del respetable, en parte porque los boletos costaban $300.00 y $200.00, por otra parte porque no se hizo mucha difusión. Saliendo del Teatro encaminé mis pasos a los calditos de la Tía, para degustar rayando las diez de la noche un delicioso "Caldito trasnochado", el cual lamentablemente en esta ocasión dejó mucho qué desear. Llegué a su casa a las once de la noche, más o menos, mi Ruffus rufián tenía que hacer pipí y yo tenía ganas de un baño de Luna, así que después que mi querido cánido saciara sus primordiales necesidades, nos trepamos a la azotea con hamaca en mano y estuvimos acostados de cara a la Luna.
Ya de madrugada entré al depa, se soltó un friecillo gostoso, así que saqué la cobijita roja e hice la meme.
Soñé que soñé que estaba soñando, un juego de espejos encontrados dentro de mi subconsciente, el cual en tonos fosforecentes me mostraba diversos rostros del holocausto final, paseando por una ciudad de Washington repleta de mármoles romanos al lado del Empire State Bulding, yo con visa laser para pasear y conocer.
Así son los sueños de domingo para amanecer lunes, todavía tengo sed, pero sed de hacer más y mejor las cosas.
Aullidos para ustedes, excelente Lunes.

P.S. De lo Calaca que andaba el jueves estuvo a punto de brotarme un fogazo en la boca, afortunadamente no fue así. Abur.