Trigésimo noveno post del año o Domingo aburrido y medio depresivo

El Lobo dice...
Queridas lectoras, amables lectores.
Hoy dominguito, de mucha fiaca y de sentimientos medio tristones, a veces así va llegando, el mal de nuestros tiempos, la depresión.
Pero ¿en realidad es hasta ahora que surge esta enfermedad?
La depresión me imagino, debe de ser el resultado de alguna descompensación química o algo parecido, la cosa es que te ataca, te hace sentir del nabo y cuando menos lo esperas se vuelve a ir.
Así me sucede, de pronto ¡zaz! llega ¡zaz! desaparece.
Hoy cumple años mi Papá, celebra con otra familia, con otra gente, en otro lugar. Tal vez de ahí viene esta tristeza, del clásico "hubiera" todos los días me pregunto si al hacer una u otra cosa mi vida sería diferente, cómo habría cambiado con una simple variante, efecto mariposa, teoría del caos, ucronía.
Al iniciar este post, andaba deprimidón. Ahora ya no tanto. Puede ser la pornografía que estaba viendo la que produjo serotonina y me alivianó. Quién sabe, la cosa es que ya no me siento tan mal.
Les platico del último libro que leí. "Diario íntimo de un Guacarróquer" de Armando Vega-Gil.
Una lectura amena, entretenidísima, la cual en ocasiones resulta bastante escatológica, pero bien lograda. Un alter ego que entrevista a su ego, en lo más sórdido de la noche de la Ciudad de México, una prosa llena de lenguaje cotidiano, albures, juegos de palabras y el caló citadino bajofondero de la ciudad de los años ochentas.
Una crítica y ácida parodia a la música, a la trayectoria y a los personajes que formaron parte de una de las bandas más importantes del rock nacional "Botellita de Jeréz".
PAra quienes conocemos un poco de la trayectoria de ese maravilloso grupo, encontramos una ventana a lo más extraño, a detalles inimaginables o simplemente divertidos. El final se vuelve muy previsible y pierde la fuerza con el que comienza el libro, pero bien logrado, escatológico, pero bien logrado.
Digamos que no es un libro para estómagos débiles, pero que nos sirve de referente a una generación que en estos momentos no sabemos ni para dónde jalar.

Me gustó el libro, me interesó la historia y releí algunos cuentos de Vega-Gil, los cuales he encontrado en esta novela.

Paso a despedirme queridas lectoras, amables lectores. A ocho días ya de la reunión blogger, aún resiento los estragos. Ya estamos viejos.

Aullidos para ustedes.

P.S. Gracias.