Nonagésimo primer post del año o Acuérdate de Acapulco...

El Lobo dice...
Queridas y pálidas lectoras, estimados y pálidos lectores:
Regreso del puerto más conocido de México, lugar que ha inspirado mitos y leyendas urbanas, me refiero al puerto de Acapulco.
Un lugar hermoso sin duda, y más aún la parte "nueva", el Acapulco Diamante.
Gracias a la generosidad de mi Mecenas, acudimos gustosos a pasar unos días en tan maravilloso lugar, tanto que triste o afortunadamente no parecía México. Las calle impecables, la atención maravillosa y los precios altos pero accesibles, todo mundo con una pulserita de color distinto, según la tarifa que pagó por el uso de albercas y servicios. Es triste pero es también parte de México.
¿a quien no le gusta que lo apapachen y lo consientan? Pues creo que a todo el mundo, lo lamentable de esto es que a pesar de tanta bonanza, la misma no llega a todos ni a todas las personas que viven por y para el turismo en tan bello lugar o en cualquier otro lugar turístico en nuestro país.
Uno no da crédito a tantas cosas bellas, la arquitectura, el mar, la arena sucia, las botellas de plástico por doquier, pero sólo en las playas públicas, la playa del hotel, perdón, del resort, inmaculada y hasta de otro color se veía.
Sé que suena trillado, pero es increíble la desproporción de la riqueza, no me sentí en México.

Ya les platicaré más adelante del viaje, sin vieja ni nueva, de lo que pasó por la mente de este Lobo y de cómo haré para resolver más de un entuerto antes de mi próximo cumpleaños.
Aullidos de suspense para ustedes.

P.S. ¿por qué te acostumbras tan rápido a lo bueno?