Centésimo séptimo post del año o no todos los coyotes somos guadalupanos

El Lobo dice...
Queridas y creyentes lectoras, amables y creyentes lectores:
Ayer fue el día de la virgen de Guadalupe, fiesta nacional la cual lamentablemente para muchos cayó en sábado; se escucharon a lo largo de la jornada innumerables "mañanitas", cohetes y "cuetes", la mayoría de estas celebraciones inician el famosísimo y mexicanísimo marathón "Guadalupe-Reyes", aunque para algunos otros pocos, aprovechan y ante la imagen de yute, prometen poner fin a su propia prueba de resistencia en una versión "Reyes-Guadalupe" del mencionado marathón etílico y "se juran" ante la virgencita.
Cada quien sus creencias, cada quien hace bien en aceptar y creer, es más tengo que confesarles que la última vez que acudí a la Basílica de Nuestra señora de Guadalupe, me emocioné hasta las lágrimas. Es un lugar mágico, la fe, la vibra, algo en el ambiente hace que ese lugar sea especial desde la época misma de los aztecas, no por nada es "El cerro de la madre".
Ahora bien, tengo que confesarles también que este Lobo NO es guadalupano. No daré las razones de tan herética sentencia, simplemente respeto las creencias de los demás.
Sé que algunos les podrá parecer extraño, algunos otros creerán que ni siquiera soy mexicano ¿cómo es posible que este pinche Lobo no sea ni juarísta ni guadalupano? ¿qué sigue, que no crea en la selección nacional, que no le gusten las novelas? Pues así es, tampoco creo en la decepción nacional ni en las telenovelas y ya entrados en calor,ni en la Revolución mexicana mucho menos en la Independencia de México.
Creo, eso sí, que nos perdimos irremediablemente en el camino, que nuestras instituciones se han ido menguando poco a poco, creo que los políticos SÍ se hacen ricos a nuestras costillas o a costa de jugosos y ventajosos negocios, creo en el socialismo, que no en el populismo, en mi mismo, las enseñanzas de gente luminosa que ha entrado en mi vida, en la Patria y en la bondad humana, aunque traten de demostrarme lo contrario. Creo también en la belleza, en el hedonismo, en la masturbación como forma de hacer el amor con quien se te de la gana, en la felicidad simple y sencilla de un día de sol o de lluvia, en la vida misma y creo irrefutablemente en la muerte. Creo en la reencarnación, en la tristeza y en la hipocresía cortés para no dañar, en que me leen por gusto y no por compromiso. Sin mucho en que reflexionar, también puedo decirles que creo en el amor de mi hijo y de pareja (aunque aún no tenga una)y por supuesto en un ser superior un Dios dividido en millones de deidades.
Así es, se ha producido un credo, mi credo y espero que muchos de ustedes coiencen a creer en algo, y si ya lo hacen, que disfruten ese súmulo de creencias.

Lectores míos, pueden ir en paz, este post ha terminado.


P.S. ¡¡¡Ya quiero que sea 20!!!