sábado, 16 de junio de 2007

8 Cosas que no sabías de mí.

REGLAS DEL JUEGO:
A. Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas que aún no conocen de ti.
B. Tienen que escribir esas 8 cosas en su blog y junto con las reglas del juego.
C. Tienen que seleccionar a 8 personas mas invitar a jugar y anotar sus nombres o el nombre de su blog.
D. No Olviden dejar un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitados a jugar, refiriendo al post de tu blog "EL JUEGO".

1.- Mi primera relación sexual fue a los dieciocho años recién cumpliditos, obviamente patrocinado por mis compañeros de la escuela. Lamentablemente dada la circunstancia el momento y a que mis amigos se encontraban espiando. No pude culminar el acto (esta vale por dos ¿no?), lo que me ocasionó al principio de mi vida sexual activa, una terrible frustración y una condición conocida como eyaculación retardada (no retarada).
2.- Hasta hace poco, no dejaba de imaginarme graves tragedias que atañían a mis seres más amados, accidentes, mutilaciones, etc. Lo que hacía que viviera en una aprehensión constante.
3.- Me encanta y excita sobremanera el aroma de las mujeres, al natural o “maquillado” con perfume, las fragancias forjaron en mí un vínculo con sus portadoras, con esa época que convivimos, con todo lo que al final de cuentas sucedió.
4.- Me encantaría hacer el amor dentro de una Iglesia o ya de perdida dentro de una capilla.
5.- Durante una época de mi vida, llamaba a todas las mujeres que me rodeaban como “Mi amor”, lo que hacía perder su justo valor a esa frase cuando se la dirigía a la que en ese entonces era mi supuesto amor y por consiguiente me gané la enemistad de varios ejemplares masculinos.
6.- Durante una época de mi juventud, mi Papá pensaba que yo era homosexual ????.
7.- Mi look actual inició como una forma de protesta ante el sistema en el cual me encontraba, arriesgándome a que me arrestaran o me estuvieran llamando constantemente la atención, lamentablemente ahora ya es moda.
8.- Me clavo cañón en cada relación en la que me involucro, a tal grado que muchas mujeres han huido ante mis halagos y atenciones, no puedo decirle que no a una mujer y mucho menos hacerla sentir mal, lo que también me ha ocasionado malos entendidos y bastantes más problemas.
Les paso este juego a Wendy y a Kix (me faltan más Bloggbrothers) este juego me lo pasó Andrea.

jueves, 14 de junio de 2007

Mis queridos lectores (creo que ahora ya suman ocho) a petición de mi hermanito Hugo les daré un adelanto de alguno de mis cuentos, espero que les guste:

Calle Iturriaga 14, interior 3

Las antiguas casonas pintadas con cal por iniciativa del Municipio y el recién colocado pavimento lastimaban, unas de tan deslumbrantes por la resolana, lo otro por lo caliente, a punto de deshacerse en puro chapopote; el calor entre otras cosas, mantenía a las personas alejadas de la calle, en esas horas en que el sol reina solitario, la tranquilidad de la siesta es interrumpida por los pasos de dos niños y unos elevados zapatos de aguja, resoplando, fustigada por los rayos solares, la mujer secaba el sudor perlado en su frente y en la parte entre la nariz y la boca, cargaba a su izquierda con una vieja valija de cuero, mientras con la derecha sujeta su monedero y un pañuelo; los niños agotados caminaban unos pasos detrás de ella, quejándose del calor y del sol. –Ya casi llegamos mis amores. Dijo la guapa mujer con un tono que denotaba cansancio –No sé porque su papá no mando a recogernos a la terminal de camiones, pero ese nunca ha sido problema ¿verdad mis niños? Ambos asintieron y caminaron un poco más deprisa para alcanzar a su mamá.

Los niños caminaban en silencio, la mujer mira de un lado a otro de la calle, intentando ver a alguien caminando en lo que al parecer, era la única calle pavimentada, pues todas las otras eran de terracería o en el mejor de los casos empedradas; antes de llegar al final de la calle desierta, la mujer sacó de su monedero un papelito en donde había anotado la dirección. Dieron vuelta a la derecha guiándose en el croquis mal dibujado; el silencio era sobrecogedor al menos anteriormente se escuchaban sus pasos, ahora sobre la tierra se amortiguaban, el fino polvo amarillo que levantaban al andar les resecaba la boca y la nariz, también nublaba un poco su vista. En esos momentos los asaltó un nauseabundo olor traído por un viento tan seco como la tierra amarilla que pisaban; sudando frío, la mujer se repuso de la arcada que le provocó el olor que como había llegado se disipó en la sequedad del ambiente, hizo visera con la mano para cubrirse del implacable embate del sol, volteó hacia arriba en donde un numeroso grupo de zopilotes hacían ronda en las alturas enmarcados por un cielo azul brillante, sin una sola nube, pensó que debería de haber un rastro por ahí cerca, así justificó el olor y a los negros gallinazos; bajó la mirada fijándose en el nombre de la calle, siguieron avanzando hasta que dieron vuelta a la izquierda, en la calle de Iturriaga.

martes, 12 de junio de 2007

Al fin el segundo aullido, al fin el segundo paso II

Como lo prometí, aquí está la segunda parte de la reseña de la Presentación de “El segundo aullido de Juan de Lobos”, así que disfrútenla tanto como yo lo estoy haciendo al evocar una de las veladas más bellas de mi vida.


El dueto de tres, “Galletita de Nuez”
Después de los aullidos, de las palabras y las alegrías, Ilich tomó su guitarra, Andrés se colocó en posición con sus bongoes entre las piernas y se presentaron –Buenas noches, somos el dueto Galletita de nuez, yo soy Ilich, él es Andrés…
La música al estilo de Ilich es algo único, lo odias o lo adoras, pero creo que salió bien librado (como en todas las presentaciones en las cuales me ha tocado verlo), dos o tres rolas después Benjamín se les unió con su clarinete, se convirtieron en el dueto de tres “Galletita de nuez”, en esos momentos yo me encontraba henchido de ego y de orgullo, dedicando uno, dos, tres, cuatro ejemplares del “Aullido”, cada uno con palabras personalísimas, salidas desde mi alegría. Para fulanita, para menganito, para Moncho, para Kix, para Andy, para…
Después de escuchar “Mi caramelo”, con una breve anécdota al respecto contada por Ilich (se está volviendo bueno con eso de las crónicas, dentro de algunos años le pediré que escriba mi biografía je je je), salí con el Arguile (mi JOPA) listo para fumar, el humo me tranquilizó y pude atender un poco mejor a mis invitados.
Los aplausos para el dueto de tres, los Ecos del viento se estaban preparando para su performance.

Los Ecos del viento
Quien ha tenido la oportunidad de visitar El Pozo, sabe quienes son los Ecos del viento, su música y en especial su rola “Tiempo al tiempo”, pues lo Ecos nos regalaron canciones del folklore latinoamericano, nos hicieron vibrar al sonido agudo y grave de las quenas y las zampoñas, los alientos melancólicos encumbrados por el charango y el bombo, las guitarras, la emoción de la voz.
Me traen muy buenos y muy malos recuerdos, algunos los he compartido con ustedes, otros me los reservo, pero en general “Tiempo al tiempo”, tiene la virtud de darme literalmente en mi madre. Pongámoslo así, la canción toda, es amorosamente cruel.


Manolo y su guitarra
Otro que logró darle ese toque animoso a la concurrencia, fue Manuel, un chavo trovador a quien le acopló bien la llegada a El Pozo, aunque su repertorio pisó algunos callos, no estuvo nada mal, algunas rolas del Tri, algunas otras de Mecano, en general agradó al respetable, afortunadamente yo seguía dedicando libros, regalando palabras emocionado y recibiendo regalos, Para Roselia…, para Enrique…, para mi Hermano…

Los Moncada
Otros asiduos elementos fiesteros a El Pozo son los primos Moncada Mario y Milton, ellos llegaron a ese lugar como auténticos hijos de vecino (Mario vive a la vuelta, escuchaba el desmadre y decidió entrar un día, después tengo entendido llegó Milton por una invitación de Mario y más tarde el resto de la familia Moncada Papás, tíos, primos, hermanos, cuñados…) las rolas clásicas “Ventana”, “Taburete”, “Santa Niña Petronila de los Ángeles Paulina Anacleta…” y además un regalo extraordinario Milton escribió (compuso) una rola basada en mi cuento “El Boto”, así que aunque parecía que habíamos ensayado, yo leía un fragmento y el comenzaba a cantar, me emocioné muchísimo, es una canción melancólica, tierna, suave. Después de la lectura de la canción muchos comenzaron a abandonar el recinto (incluida mi familia), Mi hermano Huguito estaba bien enfiestado, contento también y al terminar Los Moncada con sus rolas, comenzaron los palomazos.

Palomazos
Dieguito se animó a tocar acompañando primero a Milton y después a Ilich. Las rolas se sucedían con un Ilich cada vez más transpirado y un poco más ronco que al principio, las chelas habían sucumbido al acoso de mi carnal Hugo y por fin pude disfrutar una helada, mi Arguile y la compañía de los rezagados que aún nos acompañaban.


Por cierto el evento se grabó en CD y espero subir algunos fragmentos para que sea más interesante la reseña. Finalmente Fer tomó la guitarra, Beto le hizo segunda con la voz, y tocó “Tu vuelta” (otra rola que me recuerda a…) “Mariposas”, “Brazos de Sol” y también fue el estreno de una canción de su propia autoría (la de Fer) llamada “La reunión” basada en hechos reales.

Aquí llego al fin de tan hermosa velada, con veintiocho libros vendidos, con mi alegría acumulada en tantas palabras, en tantos personajes en tantas historias. Como les comenté durante mi post anterior, estuvieron quienes quisieron estar, nadie más.

Mil saludos y no olviden que ya está a la venta “El segundo aullido de Juan de Lobos” je je je. Hasta ya.

domingo, 10 de junio de 2007

Al fin el segundo aullido, al fin el segundo paso I




Antes que cualquier cosa, les ofrezco una disculpa por no postear el día de ayer (estaba crudito) pero ya me siento un poco mejor.



Con el siguiente Post, deseo patentizar mi cariño, agradecimiento y afecto a todos aquellos quienes se tomaron la molestia de acudir al llamado de mi aullido, llegando hasta “El Pozo de mis sueños” para ser parte de la presentación de mi libro, ¡Mil gracias!, no deseo omitir a nadie y como mi memoria es malísima mejor no me comprometo a nombrarlos, tuve muy gratas visitas, dos nuevas (y ahora queridísimas) amigas quienes se desplazaron una desde Toluca y otra desde Aragón para acompañarme, un amigo también entrañable, quien cruzó la Ciudad de México desde Narvarte hasta estos lugares sobre cerros, otros grandes amigos desde Lindavista, los más, avecindados en este Municipio o en sus cercanías, a ustedes un agradecimiento especial por haber hecho el esfuerzo de luchar contra el tráfico sabatino, acortando las distancias.



Todos ustedes quienes me acompañaron saben quienes son y yo lo sé, para mí estuvieron quienes quisieron estar, eso me queda muy claro y en cierto modo pudieron sentir y compartir muy de cerca el palpitar, la emoción y la alegría que nos merecimos, afortunadamente pude darles las gracias personalmente por regalarme ocho horas de sus vidas y en estas palabras lo reitero, sin ustedes ese momento tan importante de mi existencia jamás hubiese sucedido.

Intentaré describir (y pretenderé ser breve) el cúmulo de emociones que experimenté.

Mucha buena vibra y cariño me rodeó; besos, abrazos, palabras de felicitación y de aliento, consejos, solicitudes, alegría, música. Esa felicidad que me inundaba en ese momento se contagió en el ambiente, llegó a mi familia, a la música, a algunas Musas, a los amigos nuevos y viejos pero todos entrañables e incluso a algunos desconocidos quienes sucumbieron a la camaradería y al regocijo reinante.

Previo
A las siete acompañado por mi primo Michi, quedé de pasar a Echegaray para conocer en persona y servir de guía a Kix y a Andrea compañeras Bloggers, mi emoción fue mayúscula al descubrir a tres mujeres (incluida la pequeña piedrita de oro) que además de guapas fueron muy pacientes y amables con este Lobo, esperamos unos minutos a que llegara Benja, y platicamos de un sinfín de cosas, una vez que llegó el buen Benja, nos encaminamos cada quien en su coche hasta uno de los cerros más cercanos, mi sonrisa crecía al mismo tiempo que mi nerviosismo.

Llegando a El Pozo
Muchos lugares ya se encontraban ocupados, Mónica Soto, mi Editora, se encontraba en primera fila, acompañada de su esposo Julio; al verla y al mostrarme el primer ejemplar de “El segundo aullido de Juan de Lobos” mis ojos se anegaron inmediatamente de unas lágrimas tan dulces como las que saboreé el día en que mi Lobezno vio la luz, bañado en sangre, cubierto de líquido amniótico y rompiendo nuestros temores con su hermoso primer llanto.

Mónica me extendió el ejemplar y me pidió que se lo dedicara ¡el primer ejemplar! Por supuesto la emoción se desbordó, después de las palabras colocadas a través de mi pluma, en tinta negra sobre la primera hoja de ese nuevo sueño, la abracé con tanto cariño y admiración que las palabras se me hacían nudo no sólo en la garganta, también en el pecho todo. Bajamos por el resto de los libros, subimos solamente en ese momento un paquete de cincuenta y cuatro libros, los arrullé, los abracé sabiendo que estos habían sido creados enteramente por mí, Mónica en este caso, fue la sabia partera quien los trajo a buen fin.

Subimos juntos, Mónica, Julio y su seguro servidor; abrí cuidadosamente el paquete con ayuda de Mónica, Fer trajo un pequeño stand para colocarlos a la venta junto a la caja. Yiri y Rubí acomodaron cariñosas esos libros que huelen a sueños nuevos; una vez colocados en el stand, vinieron más abrazos de felicitaciones, todos contentos compartiendo y multiplicando ese logro y por supuesto mi alegría.

Conforme pasaban los minutos, mis nervios continuaban a flor de piel, el ver que cada vez llegaba más y más gente me entusiasmó y me hizo sentir una persona única, bienquerida. Ilich se atrasó un poco para tocar, pues estaba imprimiendo algunos poemas que recitaría más tarde, así que Alex y su trío huasteco abrieron el programa, nos regalaron unas piezas concordantes con el regocijo que crecía con cada nueva felicitación, con la llegada de más y más amigos. Por supuesto mis lágrimas, y mis sonrisas, se repetían y se turnaban en mi rostro.

Los nervios poco a poco fueron dándole paso a la euforia que solamente se experimenta delante de un toro, sobre los lomos de un caballo o en el momento en que besarás por primera y única vez a una mujer tan deseada.

Las nueve en punto
Fer estaba como loco sirviendo las mesas, abriendo cervezas, preparando cafés, y a la hora de dar la bienvenida a la honorable concurrencia seguía secándose las manos, después de una breves palabras, pues fungió como improvisado Maestro de ceremonias, presentó a Mónica, a Benja y a Ilich. El lugar estaba lleno. Mónica hizo la primera presentación, combinando sus hermosas palabras con fragmentos de “El segundo aullido”, los aplausos y finalmente un abrazo expresaban la carga emotiva de sus palabras y mi agradecimiento, en seguida Benjamín hizo uso de la voz, y deseo compartirles esta frase “El lobo aunque solitario, siempre va en manada, ustedes los aquí presentes, son la manada de este lobo (señalándome a mi)”. Más aplausos otro abrazo; finalmente Ilich cerró la presentación al platicarles a los presentes la anécdota de cómo nos conocimos en el Taller de creación literaria de Acatlán (en otra ocasión la transcribiré para su deleite je je je ), más abrazos.

Finalmente tomé el micrófono para agradecer la presencia de tantas personas queridas, extrañar a mi Lobezno quien por azares del destino (y de su madre de madre) no pudo acompañarme, sin embargo sé que estuvo ahí, que estoy seguro llegó a escuchar los innumerables aullidos emanados de mi corazón coreados por todas las gargantas que llenaron El Pozo de mis sueños esa noche.



















Mañana posteo el resto de la fiesta, que en general estuvo muy amena, alegre algunos palomazos. Quiero agradecer nuevamente a ustedes que estuvieron ahí. Ustedes saben cuan importante fue para este Lobo solitario reunirse con su manada.