domingo, 20 de septiembre de 2009

Nonagésimo quinto post del año o "Brevísimo ensayo sobre "Ensayo sobre la ceguera""

El Lobo dice...
Queridas y eruditas lectoras, amables y eruditos lectores:
Permítanme unos instantes, momentos en los cuales pasan sosegadamente los ojos sobre estas letras electrónicas, pero ¿y si no pudieran leer? ¿si no fuese posible siquiera el conectarse al internet? ¿se han imaginado ciegos?
LAs respuestas pueden variar, pero en realidad la impersión y la dicha que me trajo esta novela, regalo de mi primo Migue, me han hecho ver literal y literariamente la vida, mi vida, con otros ojos.
La premisa es por demás sencilla, una ceguera blanca se extiende, la gente comienza a quedar ciega, algunos son internados, otros simplemente quedan ciegos y ciegos van completamente perdidos y desorientados.
La metáfora y la parábola en un mismo sentido, ¿en realidad tenemos que pasar por tantas penurias para darnos cueta de la verdad? Las lecturas son demasiadas y cada una de ellas es igualmente maravillosa.
La vida que llevamos es esta ceguera, la indiferencia es ceguera, el egoísmo es ceguera, la falta de tolerancia, la arbitrariedad, la fe, el amor, la porquería que toleramos todos los días, la esclavitud en la que nos encontramos; todo es ceguera.
En verdad me movió el libro, me cimbró y me derrumbó. no hay final feliz, se los anticipo, porque simplemente la felicidad y la tristeza son opciones, o mejor expresado, son circunstancias moldeables a cada quien.
Me fascinó el libro, lo devoré y del mismo extraje algunas perlas maravillosas las cuales les iré compartiendo. Pero lo que no podré jamás expresar con palabras, es la emoción que me deja, ahora que concluyó con la última página, la fluidez, la emoción y la transmisión de tantas cosas sin un solo signo de interrogación, sin una solo guión largo, sin un solo personaje. Sé que muchos me debatiran, pero bien podré preguntarles ¿cómo se llamaban? ¿en qué ciudad estaban? ¿qué idioma hablaban?
Por eso el Nobel le queda chico a tan maravillosa Joya de la Literatura, por eso Saramago es Saramago, es personaje y es, él mismo, la trama central de su novela; solamente quien posée ese don, ese regalo de hacerse universal logra tocar tantas cosas en el alma humana.
Gracias Genio, gracias Maestro.


P.S. Esta de más que les recomiende el libro ¿no creen? Ahora podré ver, gozar y destrozar la versión fílmica.
Aullidos de inicio de semana para ustedes.