viernes, 18 de julio de 2008

SEXO, YO QUIERO SEXO

Cuando uno, querida lectora, amable lector, encuentra el justo medio de la apetencia y del celibato, se da cuenta que el equilibrio lo crea la propia culpa.
¡a qué me refiero?, es sencillo.
Vivimos en una sociedad marcada y eregida sobre "principios morales" los cuales crean culpas, y esas culpas hacen hombres infelices.
Les propongo lectores, que se dejen llevar. Un solo día por la falta de culpa (ojo, nomás es un día)
Disfruten y den rienda suelta a sus más íntimos apetitos. Distráiganse, falten al trabajo, cojan (o hagan el amor, según sus apetencias), rían, coman helado, tírense una ventosidad en un elevador, lleguen de sorpresa a casa de un amigo (que seguramente se convertirá en enemigo), canten VIVAN, eso es lo que les pido un día de su vida dedicada a ustedes mismos.
Perdonen, estoy desvelado, caliente y un poco ebrio.
Aullidos para ustedes.

martes, 15 de julio de 2008

Martes pudo haber sido excelente.

Estoy molido. Literalmente hablando, estoy enojado, ni siquiera asustado, pero sí sentido, humillado, asaltado.
Este martes pudo haber sido excelente salvo el incidente que estoy a punto de narrarles queridas lectoras, amables lectores.
¡Me asaltaron!
Afortunadamente fue rápido, pero el coraje, la impotencia y la impunidad no pueden seguir así.
Caminando a la altura de Pozolcalli de satélite, se me acercan dos chavos, uno me pidió la hora. No me pareció raro hasta que el que me había hablado me mostró una navaja y me arrebató el celular, mientras que el otro me quitó mi portafolios.
No se llevaron nada más, ni siquiera los cincuenta pesos que llevaba. Se fueron corriendo sobre periférico y yo en un ataque de ira insana los perseguí, arrojaron mi portafolios a la avenida el cual cayó en un charco y fue aplastado por cuatro microbuses y un vocho. Los dejé huir.
En cuanto pude recogí el portafolios, encabronadísimo, tres ejemplares de mi libro arruinados, mi libro "Maten al León" de Ibargüengoitia despedazado, mi cepillo de dientes, mi cuaderno de apuntes milagrosamente intacto.
Respiré hondo, ni siquiera esos tarugos se llevaron los libros, simplemente los echaron a perder. El pinche celular es lo de menos, me duelen los libros como no me imaginé, en especial porque por supuesto no los podré vender y el de Ibargüengoitia no lo podré terminar de leer.
Este Martes pudo haber acabado bien.

La última noche -- Diego Torres

Espero que la próxima Luna llena me ayude.
Canta este Lobo esta canción.
No es tan dificil enviar al abismo del olvido los besos, las miradas, los susurros y las caricias. Pero durante el proceso no te queda más que recordar lo que tratas de olvidar.
¡Duele!, ¡señal de que estoy vivo!
Feliz, Martes.

lunes, 14 de julio de 2008

Las batallas del desierto

En esta canción de Cafe Tacvba se relata de manera amena y breve.
Afortunadamente esta noveleta da para muchísimo más.
La nostalgia, la frustración, la intolerancia y el amor como base de este relato, nos permite descubrir que ese sentimiento y la sinceridad muchas veces pueden ser contraproducentes. El video me gustó aunque cometen un error de interpretación al final. Sin embargo es maravilloso encontrar este tipo de manifestaciones y el esfuerzo de esos estudiantes al crear las imágenes, el guión, etc. pero lo más importante de todo por el hecho de haber leído el libro.
Invitolas, invitoles queridas lectoras, amables lectores a leer o a reeler esta magnífica obra del Maese José Emilio Pacheco.
Aullidos y saludos a San Miguel de Allende.

Mañana inicia el Taller de creación literaria impartido por la Maestra Coro Perales en la Cafetería Jeque Emir.
Calle Parroquia, esquina con Tejocotes.
A una cuadra de Insurgentes Sur, detrás de Liverpool
y a lado del Globo. Frente al Sanborn´s de Galerías Insurgentes. Espero que se animen y nos acompañen.