viernes, 7 de noviembre de 2008

Viernes, sin lectores, sin planes, sin dejar de soñar

El Lobo dice...
Estoy escuchando a Alejandro Filio, su "Mujer que camina", acompaña estas letras junto con una Luna creciente, una botella de vino blanco, un extraño homesick, ánsias de abrazar a una Musa, tomar su talle y rozar sus senos con mi pecho, rasparla con mi barba mal rasurada, hacerla reír.
Dormirme en sus muslos, percibiendo el aroma de su piel, piel...
Ayer recordé, a mi Bailarina a la Primera Musa, a mi Luna, a un Hada, a mi Gatita, a mi Tigresa, a mi Cielo, a mi Vecina, a mi Paisana, a mi Paty, a La Musa, a mi Doctora Corazón, a mi Cortesana Saxofonista, a mi Cereza, a minha Luz, a mi Eterna Bella, a mi Tatuaje, a mi Delfin, a mi Mami, a mi Patita, a mi Loba, a mi Cariño, a mi Bruja, a mi Hermanita, a mi Habibi, a mi Kix, a mi Caperucita Feroz, a mi Mujer, a mi Morena Hermosa, a mi Andy, a mi Adorada Beatrix, a mi Cuatroletras, a mi Coro, a tantas queridas y adoradas mujeres que comparten o compartieron paseos, música, letras, caricias, celos, mordidas, risas, libros y besos. Algunas todo lo anterior, otras sólo un poco de algunas cosas.
Les recuerdo encariñado, embelesado de lo que aprendí de ustedes, retengo tantos nombres, todos estos maravillosos recuerdos.
Un destino diferente en cada una, una vida diferente compartida con cada una, una Luna diferente, de distinto color y matiz.
Recordé a verdaderas amigas, maestras, compañeras, amantes, musas.
No sé que pasa, necesito algo ¿pero qué?


Ayer terminé de leer "El miedo a los animales" del Maese Enrique Serna, una novela policiaca que rasca hasta sacar sangre en el mundo literario mexicano, Evaristo Reyes, un periodista que se convierte en judicial tratando de escribir desde el interior de la podredumbre de la prepotencia una novela que cimbrara el mundo de las letras, se va corrompiendo y abandonando poco a poco sus ideales, hasta ser parte de ese sistema corrupto, pero cansado de ser un borrego trata de salvarle la vida a otro periodista que ha publicado ofensas al Presidente de la República desde su columna cultural en un periódico que nadie lee. El periodista es encontrado muerto y le achacan la muerte a Evaristo, quien tiene que limpiar su nombre ingresando a un mundo mucho más salvaje y peligroso, el mundo de los literatos, de los enormes egos, de los burócratas de la cultura. Una novela de desenlace previsible, pero inesperado que logra en muchos sentidos sacudir a quienes deseamos escribir, y sobre todo, con el buen humor y maravillosa prosa del Maestro Serna, deleitarnos con una historia sórdida y nada lejana a la realidad.
Obviamente les recomiendo la adquieran, Punto de Lectura tiene una edición económica en $90.00 Pesos (A9.00 Ameros aproximadamente).

Tal vez mañana viaje a San Cristobal de las Casas, me siga llenando de esta hermosa tierra, ahora en el bosque, sea como sea, este Lobo seguirá aullando.

Hoy recuerdo también, que el Lobo eligió la soledad.

Aullidos cariñosos y solitarios para ustedes.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Raul Ornelas. Las cartas Sobre la Mesa

Pues ando contento, por encontrar esta canción que escuché en alguna ocasión en Radio Ciudadana.
Cualquier semejanza...
A veces uno elucubra respuestas vanas al abandono, pero definitivamente me quedaría con esta.
Les cuento queridas lectoras, amables lectores que este Lobo, además de festejar el 3-0, sentirse consternado por la muerte de un funcionario público y la fabricación de un chivo expiatorio, de estar a punto de terminar de leer la última adquisición de la Lobobiblioteca, una novela extraordinaria de la pluma de Enrique Serna, y de extrañar a todos y a nada. Sacó un honroso 51 lugar de entre 171 blogs en el concurso del diario español 20minutos. Creo que en parte (el 50% de mis votos) se lo debo a Coro, el 50% restante a un lector anónimo al cual le agradezco desde este espacio, y si aparece y me estás leyendo, me encantaría ponerme en contacto contigo.
Pues les dejo esta canción, todo mi cariño y una nueva invitación para que vengan a este paraíso.
Aullidos y saludos para ustedes.