viernes, 5 de septiembre de 2008

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI

Hoy hace treinta y tantos años, nació en la Ciudad de México un pequeño individuo, lampiño, amoratado y viscoso. Aulló o chilló discreto. La historia no lo tenía contemplado, sin embargo nació para hacer cosas (grandes o pequeñas, no importa) no sabía que estaría hasta el otro lado de la República un día como aquel, pero treinta y tantos años más adelante. Ni se imaginó siquiera, tal vez la consciencia llegó con atraso, que escribiría sobre sí mismo, inventándose a cada palabra.
Creció: en muchos lugares, en alma, en vida y en regocijo.
Amó, ama: de esa manera, inconsciente y tierna, lúdica, apasionante.
Llora: por cualquier cosa; como aquella en la cual lo arrancaron del vientre de su madre para pasar la mayor parte del tiempo (hasta ahora) pegado a sus enaguas y convertirse en algo molesto, porque la hombría le ha fallado y no goza como antes, porque es un mentiroso y él mismo se va creyendo sus mentiras y porque cuando dice la verdad, simplemente nadie le cree o cree que quien le cree no lo hace de manera creible.
Es, sigue siendo: un ser lampiño, extraño y felíz. Niño enorme sin pelo y sonrisa chueca. Así se escribe diariamente, levantándose con el pie derecho, leyendo hasta entrada la madrugada, escribiendo cuando la pereza lo deja o se deja de dejar.
Aulla: constantemente, ahora en la selva, mañana ¿quién sabe?
Extraña: a su cachorro quien le cantó "las mañanitas" via electrónica; a ella quien compartió con él vida y carencias y ahora es posible que comparta más cosas. A aquella otra quien lo dejó porque ya podían estar juntos, a otra mujer de quien al instante se enamoró y al instante siguiente no quería compartirse si no entregarse.
Escucha: los latidos que deja de dar y los silencios que se crean mientras habla. Las teclas de la computadora, los tlic tlic tlic.
Desea: llenarse los ojos de más selva, de más senos, de más miradas femeninas, de más sol, de más olor. Llenarse la piel de buenos deseos, vomitar lo malo y lo triste, dibujarse desnudo volando sobre nubes incoloras y el pene erecto. Reir, eso lo hace rejuvenecer. Jugar, soñar que desea llenarse los ojos de más selva, de más senos, de más miradas femeninas, de más sol, de más olor. Llenarse la piel de buenos deseos, vomitar lo malo y lo triste, dibujarse desnudo volando sobre nubes incoloras y el pene erecto. Reir, eso lo hace rejuvenecer. Jugar...
Cree: En Dios y en la bondadosa maldad humana, la cual no sería tanta al aceptarse. Cree también que perdió el objetivo de este post y no se lamenta, simplemente sonríe.
Gracias por sus felicitaciones, las merezco y me alegro de que compartan un año más con este Lobo, que confirma las palabras de Coelho (creo) "La vida cambia a dos horas de distancia".

Aullidos para ustedes.
Aullidos de felicitación y buenas vibras para mi.

lunes, 1 de septiembre de 2008

El Lobo se va a la selva.

Pues así es queridas lectoras, amables lectores. Este Lobo cambia de aires, por cuestiones de trabajo, así es leyeron bien, TRABAJO; cambiaré mi residencia por algunos meses. Trataré de seguir en este espacio y darles los pormenores de mi estancia en el Suereste mexicano. Obviamente ya extraño muchas cosas, me siento contento y a la vez extraño. Pero al final de cuentas el Lobo es un animal solitario que sabe que cuenta con una manada.

Me voy contento, me voy en paz.

Un abrazo a quienes no volveré a ver hasta dentro de mucho mucho tiempo.

Aullidos solemnes para ustedes.