miércoles, 11 de junio de 2008

El Lobo en el Conejo blanco (que es negro)

Hoy prácticamente me tumbaron de la cama, soñaba con grandes cantidades de excremento y un enorme montón de billetes rosados saliendo de mi cartera cuando a lo lejos escucho en esa duermevela la musiquita de mi celular el cual se encontraba a varios centímetros de distancia, me levanté y no reconocí el número. unos minutos despues un grito destemplado de mi hermano me dijo que me llama... (no diré el nombre porque Angie puede molestarse). así que terminé de desperezarme y platiqué un rato con An... perdón. Hacía mucho tiempo que no daba asesoría sobre el medio en el cual me desenvolvía antes y fue grato no haber perdido "el toque", Angie me recordó lo de un encuentro literatoso para mañana con Mónica Lavín, así que quedamos de vernos más tarde en "El conejo blanco" en la Condesa.

El resto del día fue de camelleo, fui al Centro a buscar unos libros para vender y para comprar, de ahí a la Representación de Quintana Roo a platicar sobre algunos proyectos con el Capi. De ahí al centro de lectura Condesa para mi taller de Nouvelle. La verdad estoy emocionado, todo salió bien. Terminé a tiempo la divertida noveleta "La balada del café triste" de Carson Mc Cullers. Por supuesto disfrutando el aprendizaje.

Una de mis compañeras me felicitó por mis cuentos y está encantada con "El segundo aullido" de este Lobo y prometió presentarme con una de las grandes plumas de este maravilloso País. Estoy contentísimo.

Terminando el taller me dirigí a la calle de Amsterdam al encuentro físico con Angie y su círculo de lectura. Entré a "El conejo blanco" y me llamó mucho la atención que el logo es negro. Conocí a Eve y a Ceci y por supuesto a Angie que es mucho más simpática en persona. La pasé a gusto, hicimos preguntas para Mónica Lavín y por supuesto les vendí un ejemplar del aullido a cada una de ellas (el autógrafo fue gratis).

Así es, este Lobo dentro de un conejo blanco que no es blanco sino negro (perfecto para un cuento). Acompañé a Angie y a Ceci al Metro y me regresé a esta guarida hambriento. Pues lo único que había comido era una torta de jamón en un estanquillo. Ya cenado, contento y con un ligero dolor de cabeza me despido de ustedes queridas y amables lectores.

Mañana voy con mi cachorrito a su escuelita para el festival del Día del Padre. Me siento contento, por supuesto el menú de mañana ya lo pueden imaginar.

Extraño a mi Papá.

Aullidos de media semana tirándole a fin.

martes, 10 de junio de 2008

Agua - Jarabe De PaLo

Este Martes estuvo magnífico y deseo rematarlo con esta maravillosa canción. Trae recuerdos, lo sé, pero son puros recuerdos gratos.
Hoy acudí en auxilio del buen Benja, me pidió apoyarlo con sus grupos pues está movidísimo con la impresión del libro del taller. Disfruté de cuatro horas maravillosas platicando, escuchando compartiendo.
Estoy felíz de serlo, de aceptarlo, de amarme, de perdonarme.
Disfruten esta maravillosa rola.
Mañana a darle al taller de nouvelle, mañana a vivir.

Aullidos de martes emocionado para ustedes.

P.S. Los ojos que dan mares, que regalan sortilegios. Los ojos que arrebatan ríos y arrasan bosques. Los ojos en los que me pierdo, no son ya los míos.

lunes, 9 de junio de 2008

Lunes con "L" de lugar común

Es un lunes lluvioso, el cielo encapotado que impide ver el sol. Se siente el frío y la melancolía que este clima posa sobre mi y sobre quienes dejamos de percibir la luz solar.
Me visto de café, tengo que subir a destapar la coladera de la azotea y la lluvia arrecia. Me empapo y no se termina de destapar la coladera, una alberca de agua estancada me devuelve mi reflejo mientras miles de gotas caen despacio y silenciosamente sobre la superficie turbia del agua. Miro las azoteas vecinas, pienso el por qué no tenemos un techo de dos aguas, me imagino en medio de un lago tenebroso listo para combatir a un monstruo marino.
Bajo empapado, me vuelvo a bañar y me visto de gris, un pants. Tenía una cita a las 4, pero no deja de llover, recuerdo y escucho las gotas impactarse contra la ventana, llueve.
No acudo a la cita, el lunes y la lluvia me llenan de esa sensación de vacío, de no estar, de no ser. Me pierdo imaginando formas en las gotas sobre el vidrio de la ventana, juego carreras con las gotas que se van desprendiendo, dibujo lobos y dragones con el vaho que arrojo sobre la ventana. Ya oscureció, mi mente en blanco, vacía de recuerdos. Me percato que en estos momentos, con estos juegos de día de lluvia, vuelvo a tener cinco años.

domingo, 8 de junio de 2008