martes, 5 de febrero de 2008

Encuentros

Pues es martes, muchas ganas de trabajar después de un merecido (ahora sí) descanso. Mi Lobito estuvo con su Papá Lobo y como ya nos extrañábamos nos disfrutamos mucho, lo encontré más grande, más guapo, más contento de ver a su Apá, la pasamos desayunando malteadas, comiendo nachitos con queso y palomitas de maíz. Eso sucedió duarante el fin de semana, ayer lo dejé en casa de su Má. Más tarde compartí el espiritu Candelario y me reventé un tamalito en casa de Elena (quien regresó cargada de éxitos y regalos de su viaje), palticamos mucho, de los lugares que este Lobo va a conocer en un futuro y de aquellos que no le llaman la atención, entre otras tantas cosas.
Hoy pude despertarme un poco más tarde acudí a los Tribunales cerca de casa y no tenía que "checar tarjeta" con el pié derecho y con tantos animos de crear a mi alrededor un círculo virtuoso (a pesar de la Mamá del Lobito y su caja chica "yo"), mientras iba a tribunales le puse pausa al libro que estoy leyendo "La Ciudad de la alegría" del francés Dominique Lapierre (pero merece mención y post aparte) para comenzar "Ecos de Egipto" del Nobel Naguib Mahfuz, dicho libro lo encontré en un tiradero de libros con descuento y por supuesto lo adquirí, tal vez el nombre del autor no les resulte familiar, pero creo que casi todos vieron alguna película mexicana adaptada a partir de una de sus novelas "El callejón de los milagros" y "Principio y fin" lo que nos muestra que la búsqueda del ser humano no conoce fronteras (acabo de descubrir el agua tibia je je je).
Precísamente de este librito de varias pequeñas reflexiones y recuerdos de vida, El Maestro Mahfuz nos comparte lo siguiente:
"El creyente extrae su amor hacia estos valores de la religión, mientras que el hombre libre los ama por sí mismos" Eso me recuerda que soy libre y que de mi depende mi felicidad, porque merecemos la felicidad a pesar de nosotros mismos.
Disfruten el ombligo de semana y por aquí les estaré dejando mis palabras de vida.
Saludos y aullidos para todos ustedes que me distinguen con su amable lectura. ¡Abur!

4 comentarios:

Mafalda dijo...

.......

Llegar al límite para todo ser humano es una experiencia diferente, aunque mirándolo desde mi corto razonamiento, podría argumentar que esa experiencia nos muestra lo irracional que podemos llegar a ser, nos permite vernos desde otro ángulo.

Tanto este libro, como EL Señor de las moscas (de William Golding), así como Ensayo sobre la cegera (de Saramago) son ejemplos de respuestas humanas durante experiencias limítrofes.

No he leído nada del nobel Naguib Mahfuz; solo te preguntaría: ¿es aburrido?

No se que te parece Orhan Pamuk
a mi me cuesta leerlo, Me llamo Rojo lo voy terminando, pero Nieve auchhhhhhh, me costo una y la mitad de otra terminarlo. Por eso te pregunto si Naguib Mahfuz es aburrido.

Saludos Lobo, envío un besillo para vos y para el peque.

Mafalda

rossmar dijo...

Sólo paso a dejar besos, abrazos y apapachos

Juan de Lobos dijo...

MAfaldita, El Maestro Mahfuz no es nada aburrido, al contrario, es sumamente agudo y esa agudeza y ese amor a la libertad, le hicieron algunas malas trastadas en su tierra natal.
Os lo recomiendo.
Gracias por visitarme, gracias también a ti Ross, yo sé que he andado desaparecido, pero por aquí ando.
Besos a las dos.

Iss dijo...

Pues ya estoy de vuelta, recorriendo sigilosamente tu blog...
me encanta leerte...saludos