miércoles, 14 de mayo de 2008

Miércoles

Vengo de mi taller, ando un poco bajón de pila y no lo entiendo. Mañana es día del Meastro y tengo a muchos y a muchas grandes docentes que felicitar y recordar.
Hago esta pequeña reflexión sobre lo que aprendemos y de quien aprendemos, todos somos Meastros y a la vez alumnos; vamos en un constante aprendizaje y esa necesidad de aprender nos marca poco a poco.
No entendemos el valor de un buen Maestro hasta que nos enfrentamos a la vida, pudimos haber tenido profes barcos y hasta cómplices, pero no necesariamente fueron buenos. Algunos por el contrario, querías llegar a su casa, venadearlos y darles la madriza de su vida, pero ahora, con las armas que ellos, los más duros me dieron, no me va tan peor. No queda más que agradecerles.
Hoy ya soy Maestro (imparto talleres y dentro de poco tal vez de clases), un poco barco, pero Maestro al fin y al cabo; trato de dejarles a quienes acuden a mi, algo de lo que he aprendido. Para mi el conocimiento no debe ser críptico, ni reservado para grupos secretos. Debe ser Universal, aunque me queda claro que no todos estamos preparados para recibir ese conocimiento.
En fin, ahora estoy del otro lado del escritorio, ahora me enfrento a muchachos inquietos, con problemas que hacen que su mundo parezca a punto de caer. Estoy dispuesto a enseñar lo que sé y si es posible darles el regalo de la lectura y el de la amistad; espero sinceramente que algún día ellos mismo sean sus propios maestros.
Felicidades Teachers, Bien merecido lo tenemos.
Aullidos de felicitación.

1 comentario:

Cuatroletras dijo...

El proceso de enseñanza es uno de esos placeres que hacen que te sientas vivo y útil para los demás, que regresas y con creces lo que te dieron.

He aprendido que el paso más importante lo dan aquellos a quién va dirijido ya sea tu experiencia o tu conocimiento.

De mis maestros, tomo lo mejor de ellos, y sabes , sólo a esos recuerdo, los gandallas ya se me olvidaron.

Y bueno te comparto que algo que busco en cada uno; por qué cada uno es diferente, es crear una pequeña revolución en si mismo, que lo que esta aprendiendo le sea útil, en el aspecto que quiera pero que tenga la necesidad de aprender, es la chispa, cuando la logras es maravilloso.

El grupo más grande que he tenido en mi trabajo es de 12 personas hay generaciones de compañeros que se pierden otras que me han quedado agradecida ya sea por mis llamadas de atención o por hacerles ver cosas que no pudieron entender en su momento.

Pero cuando uno puede ír más allá de lo que tenía, me doy por bien servida, y creo que valio la pena, el esfuerzo a veces hasta las lágrimas.

No sé bien si yo sea una maestra, pero si soy quién les tiene que enseñar muchos procesos. Pero además me ocupo de lo seres humanos, de lo que son capaces de hacer

Sólo por eso vale la pena mi trabajo, de lo que no me gusta te hablo después.

Por cierto eres muy buen maestro, me gusta esa guiá y aprendizaje.

Gracias