lunes, 8 de junio de 2009

Heptagésimo post del año o las lecciones de vida son duras

El Lobo dice...
Queridas lectoras, amables lectores:
Las situaciones cambian en instantes, instantes de soledad, de abandono, de alegría,de nostalgia.
Mi fin de semana fue por demás intenso, intenso y mucho muy alentador. La alegría de unos días antes se trocó en desesperción y angustia.
Va de limón:
El viernes me solicitaron abandonar la morada en la cual este Lobo se había refugiado, aún me es incomprensible la actitud, pero seguramente tuve la culpa e inspiré una serie de insultos y malquerencias. A veces la frase "mostrar el cobre", me resulta un poco difícil de colocar en mi propio contexto, pero ya lo superaré.
Era la una de la mañana, llovía (no llovía pero esto le aumenta el dramatismo a la aventura)yo con mis cosas (un maletón ideal para colocar dos cuerpos descuartizados), una bolsa de lona roja con libros, una bolsa de lona azul adornada con motivos hawaiianos con más libros, mi shisha y discos; mi petaca de los Campeones Pumas, mi tortafolios en donde llevo la lap top y mis cobrizos interiores.
Me sentí solo, a quien recurrí simplemente no me creyó, mandé mensaje a México y mi Mamá dormida no lo leyó si no hasta la mañana siguiente, no tenía a dónde ir, en pocas palabras se me cerró el mundo.
Cargué con mis triques cerca de tres cuadras, ¡cuánto pesan los libros!, iba a mandar a la goma a Ibargüengoitia, a London, a Ramírez. Cuando en esos momentos apareció enviado de la providencia un taxi. Una vez en el interior del vehículo, realicé el recuento de mi efectivo, le pedí que me dejara en la terminal de autobuses ¿a qué me quedaba en una ciudad que me mostraba por primera vez los dientes? me ajustaba solamente para mi boleto de regreso a México.
No había corridas a la Capital Federal, hasta las 4 de la tarde, me acomodé cerca de un tomacorrientes y conecté mi ventana cibernética. Mariposa estaba ahí.
Mientras tanto en el mundo real, se anunciaban corridas a Comitán, Coatzacoalcos y Villahermosa, a Cancún, Chetumal y Tapachula. Un señor dormía a seis asientos de distancia y el olor a meados que despedía no mejoraba mi ánimo.
Me sentí derrotado, vitupereado, apaleado y con la cola entre las patas. Nadie se encontraba cerca, las palabras hirientes y para mi me seguían pareciendo sin sentido las palabras que había escuchado, sin embargo me parecieron poderosas, pero mi dignidad no se vería nuevamente pisoteada por una mujer.
Ahí me encontraba, oliendo meados ajenos, oliendo el sudor propio, chateando con Mariposa y con Ilich, la decisión la tomé con el hígado, me iba, dejando atrás todo.
El amanecer ya esperado rompió el cielo con espumas rosas, mi trasero adormecido, camiones llegaban y partían, gente regresaba a sus casas, a su casas, a sus casas y yo quería ir a una casa ajena, la de mi Mamá, y nuevamente me apareció la realidad. Ni siquiera en México tenía a dónde llegar. Pensé nuevamente en mi Lobito, en mi, en mi Lobito otra vez, añoraba abrazarlo, verlo, escucharlo.
¿pero era esta la mejor manera de regresar a casa? ¿humillado, vencido? Una querida amiga se conectó y me puso en mi lugar, no tuvo conmiseración alguna y se lo agradezco.
Mi Mamá, mis hermanitos me llamaron preocupados, me apoyaron desde allá, y ya no me sentí solo, mi manada respondía a mi aullido silencioso, el mundo se abría nuevamente con ese nuevo amanecer. Más tranquilo, acuerpado desde lejos por mi manada, pensando en mi Lobito y en darme a mi mismo otra oportunidad, tomé contento la mano que se me tendía.

La vida cambia en instantes, en segundos en que una decisión toma forma de SÍ o NO, izquierda o derecha. Y a partir de ahí la vida deja de ser lo que fue, para convertirse en lo que es. Ya el futuro dará el veredicto.

Hoy es lunes, ya las cosas estan mucho mejor, el Lobo le llamará a su Lobito en la tarde y para él nada sucedió; aunque ustedes y yo, queridos lectores sepamos que siempre pasan cosas.

Aullidos para ustedes (en esta ocasión llenos de nuevas esperanzas)

P.S. Pily, si alguna vez vuelves a darte una vuelta por este espacio, quiero agradecerte públicamente todas tus atenciones y apoyo. También quiero agradecerte que hayas reparado mi playera roja, ese gesto, entre muchos otros que tuviste para conmigo, me enterneció de manera especial. Gracias.

6 comentarios:

AndreaLP dijo...

Ouch, Lobo, pero qué giro te dio la existencia en un día!

Sé que saldrás adelante y superarás el tropiezo

Mientras tanto, te mando abrazos, besos y mi apoyo. Deja ver si por acá necesitamos un abogado.

Anónimo dijo...

Marejadas de sucesos. Uno se pierde en la vorágine que es el mar. Querido viejo lobo, a lo mejor ya no andabas tan acostumbrado a sortear tempestades y andabas queriendo regresar a puerto por unas nubes nada más (porque aunuqe le imprime dramatismo al relato, tu mismo aceptaste que no había lluvia)
Te admiro y me enorgullece ser tu amigo, querido lobo. Aguante! ya habrá ocasión para recordar en torno al fuego (o por lomenos una mesita) con amigos y tragos de pormedio. ¿Y por qué no? con el lobito para que sepa de las peripecias que es capáz papá lobo por que el Lobito esté bien, que se entere de qué madera tan buena viene!

Alletta dijo...

Me tranquiliza leer que ya todo está mejor, verás que las cosas mejorarán rápidamente, mientras tanto sabes que cuentas conmigo siempre que lo necesites y que estoy a distancia de mensaje en celular, que no se te olvide

Abrazo y beso

Coro dijo...

Querido Lobo:

Me entero de tus aullidos valientes cada vez que vengo a leerte.
Entonces... ¿dónde estás? ¿sigues en Chiapas? Cuenta, cuenta...

Me alegro de que hayas encontrado una mano (o varias) amiga en su momento y siento no haberme enterado.

Gracias también porque tú fuiste quien me ayudó en esos días difíciles de DF y ya sabes, eso no se olvida, querido amigo.

Mucho ánimo, mucha suerte y ya verás que todo saldrá bien porque te lo mereces.

Besos para ti y el Lobito.

Ps. Yo me había quedado en que estabas enamorado...

Kix dijo...

Lobote, pero entonces ya siempre no te regresaste a la apocalíptica Chilangolandia?

Exenio dijo...

Y yo-"via", y llovía...

Que bueno que ya has aprendido a superarlo (algunos de nosotros nos saltamos esas "clases" y...).

Anda bro... no hay mal que por bien no venga.

Abrazos.