lunes, 27 de julio de 2009

Octagésimo quinto post del año o Con $20.00 en el bolsillo

El Lobo dice...
Queridas y manirrotas lectoras, amables y despilfarradores lectores:
¿cómo puede uno sobrevivir con $20.00?
Veinte Pesos nos alcanza para lo siguiente:
2 cocacolas y una bolsa de doritos (las papas ya cuestan $6.50)
2 galletas emperador y un yogur para beber
3 gelatinas Danny
1 paquete de pingüinos y dos frutsis
1 cocacola en un restaurante para ver ganar a la selección nacional 5-0 en contra de EE.UU. (lo cual no tendría precio de no haber sido un descarado robo, sin ser malinchista, pero ¿a poco sí se creyeron lo de una victoria tan contundente?)
1 quesadilla
2 órdenes de taquitos dorados.
1 kg. de frijol, 1 kg. de tortillas, un puño de chiles verdes.

Parece poca cosa, pero para muchas personas en muchas comunidades rurales e incluso en la ciudad, es el ingreso diario, un aproximado, un promedio, ya que a veces (muchas) es más bajo.

El salario mínimo vigente en el D.F. es de $55.00 Pesos diarios, aproximadamente, alcanza para el doble de lo aqui descrito.

¿A dónde quiero llegar? Muy sencillo, tengo $20.00 Pesos en mi bolsillo, me solidarizo con tanta gente que trabaja por $20.00 o $50.00 Pesos diarios, No es para comenzar a hacer campaña de "Un Peso para el Lobo", simplemente es lo que es, y por supuesto me duele el que sigamos pagando a esa bola de miserables politicuchos, al IFE, a los Diputados y Senadores, a una marabunta de gente que se embolsa esos veinte pesos, multiplicados por diez a cada segundo. Sí, me da coraje, sí, ando triste y pensando en mandar todo a la chingada, sí, duele.

Pero lo bueno es que ya estamos a punto de celebrar 100 años de Revolución, los ideales sociales se han cumplido, todos los mexicanos contamos con casa, trabajo, educación, comida y esparcimiento. Los $20.00 Pesos son solamente un adorno.

Aullidos menesterosos y lúmpenes para ustedes.

4 comentarios:

Josefina Gala dijo...

Te lo tengo que decir, perdón, pero tú tienes la solución en tus manos. Tú eres la única persona que sabe lo que hay en tú corazón, es momento que lo escuches.
Basta de lamentarse, es hora de la acción, aunque dé miedo.
Sabes que estoy contigo, a tu lado, que te quiero y te adoro.
Animo y muchos besos para tí

Anónimo dijo...

No considero que lo tuyo sea un lamento, pero si un ejemplo de desigualdad económica y social en el país...

El monstruo dijo...

Como bien lo comentan acá arriba, tú sabes qué acciones tomar, tienes la preparación, cultura y talento para no solidariarte con la bandera que sobrevive con esa cantidad. No quiero ser mamón o elitista con mi comentario pero tú sabes perfectamente que vales mucho más que eso. Ve y reclama lo que mereces.

Te amo carnal.

Sonia Silva-Rosas dijo...

Querido Hermanito:

Sé bien por lo que estas pasando, también sé lo que pasa por tu cabeza en estos momentos y la angustia que crece en ti al saber que sólo tienes esa cantidad en tus bolsillos... yo he pasado por ahí e, incluso, he amanecido sin un centavo en la bolsa y con la misión de darle de comer a los otros dos mosqueteros... bien dicen más arriba: el que no se avienta, no nada y eso hay que hacer hermanito, nadar. No sé qué sucede en este tipo de situaciones que algo en nosotros se dispara y busca alternativas y soluciones claras y concretas y, de igual manera, al actuar las cosas mejoran. Sabes bien que no soy muy afecta a dejar mensajes en los blogs pero este caso lo amerita y lo es por el hecho de que eres una persona muy valiosa que merece lo mejor y porque eres mi hermano y te quiero mucho. Tú sabes lo que debes hacer, no eres un chavo improvisado, tienes toda una preparación y un conocimiento que te han abierto puertas y te han llevado muy alto hermanito, no dejes que te achicopalen, que te depriman, que te rompan por dentro, no, como en todo campo de batalla, hermanito, es hora de sacar la espada y aventarse duro y directo. Sabes bien que en lo que decidas cuentas con nosotros, ahora y siempre. Desde este campo de batalla, por el momento aún veracruzano, va nuestro grito de guerra regiochilango aunado al tuyo, todas las bendiciones y la luz para ti. ¡Enguardia, hermanito, enguardia! que el campo de batalla es vasto y promete triunfo ante la adversidad. CARPE DIEM