miércoles, 3 de febrero de 2010

El Lobo dice...
Queridas lectoras, amables lectores:
Retomo este espacio ahora sin música, para asumir el compromiso que me he hecho a mi mismo. Haré uso nuevamente de mi libertad para decir y leer. Les comparto una pequeña reflexión que coloqué a manera de cometario en el blog de mi querida y admirada Kix, y que en este espacio reproduzco parcialmente y además le pongo otro poco de mi cosecha. Va de limón.

De las masacres que nos han tocado presenciar.

Lamentablemente en toda guerra existen víctimas inocentes, mujeres, niños, hombres de bien que tuvieron la mala fortuna de encontrarse en el lugar equivocado en el momento equivocado. Las guerras son así. Hemos dejado muy atrás las guerras ideológicas, religiosas, de convicción plena y nos hemos enfrascado en una guerra de interés simple y llano. ¿A qué viene esto? Que efectivamente estamos en estado de sitio, una guerra política basada en el miedo, en el terror a salir a la calle, de ir a una fiesta a un partido. Es una guerra de terror, propiciada tanto por un grupo como por otro. El Estado (ya estoy cansado de leerlo y escucharlo) ha fallado en su función primordial, efectivamente el poder ejecutivo a dejado mucho que desear en su actuación, pero eso no significa ni por asomo que estaríamos mejor con López Obrador o con Madrazo. Seguramente también transarían con los dueños de las balas. Las guerras son así, no es para vangloriar los pírricos esfuerzos del gobierno federal, estatal o local, y hablo con conocimiento de causa, con el temor de gente cercana que día a día se faja los pantalones en contra de la delincuencia organizada y desorganizada. Echamos culpas y no compartimos la responsabilidad. No abatimos a los narcos, por el simple hecho de que se consume droga. Les achacábamos que los gringos eran consumidores y por eso el tráfico en el país, pero ahora se consume aqui. Tenemos que cuidar a nuestros hijos, orientarlos y asumir la carga moral de decirles lo que esta bien o lo que está mal pora su salud, para que no vayan con temor por la vida, ¿Cómo le puedo a decir a mi hijo que no beba si me ve con una cerveza en la mano o cómo le puedo decir que no consuma drogas si me encuentra una grapa en la cartera? Tenemos que ser coherentes la responsabilidad y el cuidado de uestros hijos o recae en el Estado, recae en nosotros como padres, como hermanos. Independientemente del gobierno en turno. La solución somos nosotros.
La guerra es la guerra aunque no vistamos un uniforme.

Les dejo mis aullidos, mis condolencias para aquellos que han perdido a un ser amado. Para ustedes mi solidaridad.

5 comentarios:

Jo dijo...

Mientras, el [p]residente (no tengo argumentos para ponerle la mayúscula que ortográficamente llevaría), quien cuando Salvador Cabañas fue atacado en el Bar Bar salió inmediatamente a reclamar atención mediática, en el caso de estas 16 familias no ha dicho nada. Pero no es de sorprenderse. Lo que sí se sorprende es los grados de desesperación y las ideas que están germinando en la gente común y corriente. Ideas a todas luces justificadas: "si las autoridades no hacen nada, vamos a armar a nuestros hijos para que ellos puedan defenderse"; "es el propio gobierno el que está viniendo a matar a nuestros hijos para evitar que se superen"; "vamos a ir al puente de Santa Fe a pedir la ayuda de las autoridades extranjeras". Desgarradora ha sido la imagen que he visto de abuelas mamas y demàs familias sabiendo que en una fiesta inocente podía llegar a esos grados.

Workaholica dijo...

Estimado Señor Lobo...

Yo sí creo que estaríamos mejor con Andrés Manuel.... :)... pero ya ves... cada cabeza es un mundo..

En lo que sí estoy totalmente de acuerdo es en la coherencia al educar a nuestros hijos.... y a veces tenemos que re-educarnos nosotros mismos...

Besos

Kix dijo...

Y si, Lobote, esta situación se torna cada vez más preocupante. De pronto me pongo a pensar y no encuentro una solución en el horizonte. ¿Legalizar, tal vez?

El monstruo dijo...

Lo versas bien, el cambio empieza en uno, en no consumir drogas, en ser provechoso para la sociedad, no dar mordida.

Los cambios primero son internos y después movems al país.

vera talia dijo...

yo estoy totalmente de acuerdo con tigo. lo unico en esta mundo que podemos cambiar esta en nosotros mismos, en nuestra forma de asumir los problemas y enfrentarlos no darles la vuelta y el cambio empieza por casa con la educacion de nuestros hijos, y el darles el amor que necesitan para poder amarse a si mismos y despues amar a los demas.
saludos