Remedios y día de muertos.

El Lobo dice...
Que después de la tristeada de media semana, pues ese son me duele cuando me lo tocan, he comenzado a hacer memoria de tantas cosas pendientes, he reencontrado amistades de hace muchos años, he decidido dejar atrás a otras tantas. Pero mientras, escribo:
Una de las cosas que más me han emocionado es la docencia, el enseñarles a mis niñas y niños mis ideas de extrema derecha con tintes arrabaleros y de nacional socialista entre comunista y camisa parda. O darles a escoger entre un maravilloso estado dictatorial o una monarquía constitucional con el único descendiente de Maximiliano en el Trono.
Lo mejor de dar clases es entre otras cosas, saber que están aprendiendo y con esos ejemplos absurdos les hago que generen consciencia. Hasta se me pone la carne de gallina al saber que estan aprendiendo.
Hoy durante el Festival VIII de día de muertos en los Remedios, organizado ni mas ni menos que por mi admirado y querido Fernando Herrera y el Maestro Aurelio. Lo que vi fue muy reconfortante, lo pude constatar. Acudieron no más de una docena de alumnos míos, pero al verlos, me alegraban sinceramente el día. Sus caritas de haberse ganado un punto y sobre todo, que estuvieran acompañados por sus papás fue excelente, un día familiar, de esos que vale la pena recordar.
Estoy contento de haber escuchado las "calaveras" de Rosario G. Towns, compartir además un quesadilla con ella y su amable esposo, platicar y gorrearles el aventón.
Un gran domingo, en verdad un gran gran domingo.
Después les comparto la reseña. Hubo ausencias, a las cuales, por supuesto extrañé.