jueves, 3 de abril de 2008

Lo extraordinario de la cotidianeidad

Estas semanas han sido por demás intensas, han permitido que este Lobo se explaye en una alegría casi continua y entienda con otra óptica la vida.
Creo que mi trabajo es ese, disfrutar la vida de manera en que esa experiencia se vaya compartiendo y produzca frutos, los cuales en mi caso son unas ganas locas de bailar, sonreír todo el tiempo y degustar suavemente lo que leo, juego, escucho, como y defeco. Aunque debo confesar que hay momentos difíciles, he decidido estar bien conmigo mismo y con todo el mundo.
Por supuesto que este blog es libre para que lo lean, lo comenten, lo recomienden. Al momento de plasmar las palabras me abandonan para ser sus palabars también. Así que todos son bienvenidos. (de hecho ese es mi lema ¿no?) pues qué más pidiera yo que ser leído.
En fin, hace un calor espantoso, mis calzoncillos se pegan a mi piel y traigo el interior de los muslos medio rozados, pero aun así, acalorado, con el calzón pegajoso y otras contrariedades, una sonrisa ilumina mi rostro y seguramente otra sonrisa surja en ustedes al leer estas palabras.
Gracias y les deseo un maravilloso jueves.
P.S.
Les debo el post de ayer, pero no sé por qué no quedó guardado.
Besos y aullidos

martes, 1 de abril de 2008

Martes de... reflexión.

De nuevo es martes, empiezo a contar mi vida, ya no en días, si no por entradas o "posts" y hoy quiero utilizar mi espacio (y de ustedes también), para hacer una pequeña reflexión.
¿por qué criticamos y qué criticamos de las personas?
Obviamente dejaré la pregunta abierta a todos ustedes amables lectores para que me dejen sus comentarios, pero por supuesto yo tengo una respuesta, mejor dicho, un intento de respuesta y viene de ahí.
En primerísimo lugar, criticamos lo que no conocemos, por el simple hecho de que le tememos. Así es, tememos lo que no entendemos, adoptando como medida de defensa rechazarlo antes que conocerlo (comida hindú incluída), tratamos de mantenernos en nuestros "circulos de seguridad" familia, amigos, congéneres. De esa forma nos protegemos los unos a otros y hacemos más difícil el ingreso de algún nuevo miembro.
En segundo lugar, criticamos lo que no nos parece bien de nosotros mismos, piensen por un segundo y descubriran que cuando emitimos juicios a diestra y siniestra, nos vamos criticando a nosotros mismos. Újule Julita y esto se pone mejor.
Cada quien refleja en su crítica las propias carencias, así es, a contrario sensu, del párrafo anterioro (¡qué horror, escribí como Abogado!), aquello que deseamos para nosostros lo criticamos y destrozamos en otros, que si menganita esta muy flaca, que si ese pendejo tiene mucho dinero, que si yo tuviera ese talento, no lo estaría desperdiciando en pendejadas. En fin, ejemplos existen miles, nosotros mismos somos máquinas de crítica y juicios arbitrarios, somos seres intolerantes, egoístas y ridículos; pero en cuanto nos aceptemos como somos, de intolerantes, egoístas y ridículos, esa carga se va a volver más liviana, dejaremos de juzgar y aceptaremos lo maravillosa que es la diversidad humana, desde su pensamiento hasta su color de piel, condición social, preferencia sexual, copete cubriéndole la frente, etc.
Les dejo este trompo, y espero que se lo echen a la uña.
No quiero seguir el sermón de hoy hermanos, sin aportar algo. "-Quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra... ¡TU NO MAMÁ!" dicen de Jesús ante la lapidación de María Magdalena.
Espero sonrían y critiquen su sonrisa, veran que no es tan fácil.
Besos y Aullidos de Martes.
P.S. Hoy aprendí a ser tolerante.