viernes, 27 de marzo de 2009

Cuadragésimo cuarto post del año o La hora se acerca

El Lobo dice...
Queridas lectoras, amables lectores:
Ya casi es la hora, un evento mágico, compartido con dos bellas, María Isabel Juárez pintora y Diana Zabaleta cantante de Jazz, y un talentoso feo (el novio de la cantante del cual no recuerdo su nombre).
La cosa será maravillosa, hechizante, las palabras, los colores y el sonido.
Resulta extraño el compartir foros y llegar a nuevos foros, pedir que el momento sea eterno, que todos se vayan contentos y edificados en mente y alma.
Ando desvariando, me siento nervioso y contento.

A unas horas de distancia, con mi Lobito sobre mi pecho, yo vestido de rojo, vestido para ser Lobo, hechizado en rojo y por el rojo, por la emoción del humo de Arguile e inciensos de maderas de selvas negras, que me recuerdan cuerpos también de humo, etéreos.

Suspiro y me emociono en estas divagaciones compartidas, leerle al respetable, mostrar mis perversiones, expuestas y a criterio. Comentarios como "me calienta pero es porque es casi pornográfico" o "Sí, sentí rico y de ahí agarré a mi novia y nos fuimos a lo oscurito" son los comentarios que deseo escuchar, ver rostros tan enrojecidos por mi voz y mis palabras como la camisa que visto.

Ya les daré mañana de la reseña.

Aullidos de viernes para ustedes.

P.S. He escuchado a Raúl Ornelas las últimas 24 horas, el pobre ya canta ronco.

3 comentarios:

ShAdOw dijo...

Compartiré contigo a la distancia ese cuadro que has pintado en mi mente, ese nerviosismo y excitación de ver los minutos avanzar en el reloj, veré esos rostros ansiosos de seguir escuchandote.

Esperaré la reseña, mientras tanto continuo escuchando a serrat.

Besos rojos para ti...

Anónimo dijo...

A Ornelas con cuidadito mi lobo,no le vaya a dar diabetes :) Por lo demás, esperamos reseñas y chamabas anexas.

Un abraxo hermano lobo

El monstruo dijo...

Seguro te irá muy bien carnal. Un gran trabajo cautiva por si mismo.

Si a eso le sumamos tu camisa roja pos ya chingastes.

Te amo y el orgullo me invade una vez más.