Pues así es queridas, queridos lectores míos, comencé a escribir este post en Huixquilucan, Estado de México. Dispuesto a disfrutar de un delicioso desayuno consistente en jugo de naranja, un platito de melón y unos suculentos chilaquiles verdes con cecina.
Precisamente mientras escribo estas líneas (en mi cuadernillo de notas) tengo el gusto dulce del melón en la boca y nomás, por el puro aroma, sé que los chilaquiles estarán muy buenos.
Después de todo, hoy es viernes y me voy a consentir.
Vine a unas diligencias, pero el camino se hace menos pesado cuando vas leyendo y disfrutando del paisaje, unas vistas maravillosas de bosques y cerros altos y a lo lejos las torres del campanario.
Hay un aire distinto, lo maravilloso de ir a lugares así es que no están lejos de la ciudad, pero sí lo suficiente como para no sentirla.
Mi Lobito le toca a su Amá este fin de semana y Elena irá a una boda a Acapulco, así que este fin de semana es para mi, pienso ir a Chiconcuac o a Tepozotlán, quien sabe algo tendré que hacer.
Mientras me decido les quiero platicar de la buena lectura que es posible hacer sobre malos libros.
Ayer cuando iba a casa, en la estación del metro Tacuba me detuve en uno de esos cajones de venta de libros, para quienes no estan identificados con este medio de transporte, en algunas estaciones del metro se venden libros económicos, la mayoría saldos o de autores desconocidos. Pues es el caso que adquirí un libro para mi taller de noveletta, "La metamorfosis" de Franz Kafka y "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry. Éste último, no lo había leído y tengo muchas ganas de hacerlo. Estaba a punto de pagar cuando otro libro llamó mi atención de titulaba "matices del alma Cuentos de la Colonia Condesa y otros relatos de adolescentes" de Ramiro Sansores Majul. Me llamó la atención y también me lo llevé (prometo solemnemente JAMÁS volver a comprar por impulso) la verdad el libro era bastante regular tirándole a maleta. Pocas cosas rescatables, pero buena intención. Más adelante les daré más detalles, mientras tanto seguiré disfrutando mis chilaquiles que esta de pocas tuercas.
Saludos para Ustedes.
Precisamente mientras escribo estas líneas (en mi cuadernillo de notas) tengo el gusto dulce del melón en la boca y nomás, por el puro aroma, sé que los chilaquiles estarán muy buenos.
Después de todo, hoy es viernes y me voy a consentir.
Vine a unas diligencias, pero el camino se hace menos pesado cuando vas leyendo y disfrutando del paisaje, unas vistas maravillosas de bosques y cerros altos y a lo lejos las torres del campanario.
Hay un aire distinto, lo maravilloso de ir a lugares así es que no están lejos de la ciudad, pero sí lo suficiente como para no sentirla.
Mi Lobito le toca a su Amá este fin de semana y Elena irá a una boda a Acapulco, así que este fin de semana es para mi, pienso ir a Chiconcuac o a Tepozotlán, quien sabe algo tendré que hacer.
Mientras me decido les quiero platicar de la buena lectura que es posible hacer sobre malos libros.
Ayer cuando iba a casa, en la estación del metro Tacuba me detuve en uno de esos cajones de venta de libros, para quienes no estan identificados con este medio de transporte, en algunas estaciones del metro se venden libros económicos, la mayoría saldos o de autores desconocidos. Pues es el caso que adquirí un libro para mi taller de noveletta, "La metamorfosis" de Franz Kafka y "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry. Éste último, no lo había leído y tengo muchas ganas de hacerlo. Estaba a punto de pagar cuando otro libro llamó mi atención de titulaba "matices del alma Cuentos de la Colonia Condesa y otros relatos de adolescentes" de Ramiro Sansores Majul. Me llamó la atención y también me lo llevé (prometo solemnemente JAMÁS volver a comprar por impulso) la verdad el libro era bastante regular tirándole a maleta. Pocas cosas rescatables, pero buena intención. Más adelante les daré más detalles, mientras tanto seguiré disfrutando mis chilaquiles que esta de pocas tuercas.
Saludos para Ustedes.
2 comentarios:
Nunca hojeas un libro antes de comprarlo?
Es parte de que te atrapè o no.
Para comprar libros casì no le hago casos a los crìticos, es màs visceral el asunto, me atrapa, y lo compro.
Sigue en los chilaquiles...
pd. Los otros dos son buenos, volvì a leer a Kafka hace unos meses.
Saludos
jajajajajajajajajajajajajaja
Gracias por dejar la frase.
Es un honor ser nombrada en tan premiado Blog.
Besos
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